miércoles, 15 de agosto de 2012

Guía del Emprendedor

UN PLAN PARA SU NEGOCIO


En una reunión, con amigos o en el trabajo se puede escuchar que alguien diga algo como: “Carlos, tengo una idea genial, te parece si...”
 
Esta idea puede constituir la base de un gran negocio, que puede o no llevarse a cabo, pero que merece que la tengamos en cuenta. Cuando compartimos una idea así, al instante recibimos opiniones de toda clase, algunas optimistas que pueden consistir en: ¡Seguro que sacas tantos pesos de ganancia! ¡Me parece bárbaro, sabes que un conocido mío intentó algo parecido y ahora nadie lo para! ¡Esta es la nuestra, nos vamos para arriba! o también podemos recibir comentarios tales como:
 




¿Te parece que eso acá funcionaría?, ¿De dónde conseguirías contactos para que te den un crédito y poder armar lo que tienes pensado?, La verdad es que con los tiempos que corren yo no me arriesgaría...
 
Después de sentirnos totalmente aturdidos con tantos comentarios, decidimos dejar la fabulosa idea para otro momento y seguir tranquilos, que es lo que sucede cuando nos dejamos influir por los demás sin tener todavía en claro lo que queremos y lo que esperamos. Puede pasar también que con el apasionamiento que las cosas nuevas nos provocan, nos dejemos llevar por el entusiasmo y sin medir las consecuencias, nos lancemos de lleno en la mágica aventura de llevar a cabo nuestro gran emprendimiento.
 
De ello resultará con seguridad que al cabo de un tiempo y agarrándonos la cabeza digamos que hubiera sido mejor sacar las cuentas antes de invertir o bien esperar otro momento para hacerlo, si nos hubiéramos dado cuenta antes; en fin, eso que solo había surgido de manera informal y espontánea puede darnos grandes satisfacciones como también grandes dolores de cabeza.
 
Por todo esto que quizás de manera tragicómica describimos más arriba, pero que no dista mucho de lo que ocurre a diario, es que intentamos poder brindar en este pequeño manual, un instrumento que sirva para orientar en la difícil tarea de valorar el negocio para poder de una manera ordenada y progresiva tomar una correcta decisión y llevar a cabo el plan elegido.
 
En este tipo de cuestiones, la intuición es importante y puede ayudarnos, pero no necesariamente nos llevará al éxito que anhelamos. Depositar toda nuestra confianza en ella sería demasiado audaz, por lo que es conveniente intercambiar opiniones, escuchar distintos criterios; para ello resulta imprescindible poder contar con las herramientas adecuadas para tomar la decisión correcta.
 
Como primer paso entonces, se deben organizar y valorar los argumentos, estudiar la viabilidad del negocio y determinar siempre los riesgos que le son propios. Para comenzar, entonces, a este primer paso se lo divide en cuatro etapas directamente vinculadas con algunos interrogantes que hay que plantearse:
 
PRIMERA ETAPA:
La denominamos “en búsqueda de oportunidades”, esta etapa responde a preguntas tales como: ¿Cuál es mi negocio?, ¿Qué tiene que lo hace diferente de los demás?

SEGUNDA ETAPA:
En la cual se trata de “definir materialmente al negocio”, aparecen como interrogantes ¿Cuánto tiempo será necesario parra ponerlo en marcha?, ¿Qué quiero hacer, dónde y cómo?, ¿Cuánto quiero hacer?

TERCERA ETAPA:
Aquí se busca la “dimensión económica”, ¿Cuáles son los costos para poder hacerlo?, ¿Cuáles son los riesgos que corro?

CUARTA ETAPA:
Por último hacemos el “análisis financiero”, en el cual nos preguntamos ¿Cuánto dinero necesito?, ¿Para reunir el capital necesario recurro a créditos?, ¿Será rentable?

Con respecto a la Tercera y Cuarta etapa, es conveniente hacer una precisión, si bien tanto los conceptos económicos como financiero se encuentran íntimamente vinculados, cada uno persigue fines distintos. El económico se refiere a la rentabilidad del negocio elegido, en cambio el financiero se ocupa de determinar la rentabilidad del capital aportado al negocio.




Estas etapas, constituyen la planificación, que consiste en:”Organizar recursos y acciones que habrán de utilizarse y ejecutarse en el futuro, con el fin de lograr determinados objetivos y metas”. Con estos cuatro pasos se conforma lo que denominamos un PLAN DE NEGOCIOS, sumamente necesario para un emprendimiento, ya que es el medio por el cual, de una manera esquematizada y pormenorizada, se comparan los pro y los contras del proyecto, lo que sirve de guía para que el inversor tome una correcta decisión.

Este PLAN DE NEGOCIOS será integral, ya que informará sobre el contexto en el cual la idea o negocio se desarrollará e insertará, los factores que influirán en su concreción, teniendo en cuenta todos los elementos que un mundo globalizado y sin fronteras como el de nuestros días plantea.

PRINCIPALES BENEFICIOS PRACTICOS DE UN “PLAN DE NEGOCIOS”:


  1. Determina cuales son las oportunidades del negocio más prometedoras para la empresa.
  2. Permite determinar los mercados de interés para la empresa.
  3. Señala cómo participar más activamente en esos mercados.
  4. Estimula el uso más racional de los recursos.
  5. Establece una base firme para planificar todas las actividades de la empresa.
  6. Permite asignar responsabilidades específicas y establecer programas de trabajo coordinados.
  7. Determina cuáles son las áreas más importantes que se deben controlar.
  8. Permite evaluar estrategias alternativas.
  9. Aporta las bases para decidir el tipo de productos o servicios que se deben ofrecer a la clientela.
  10. Crea conciencia de los obstáculos que se deben superar.
  11. Establece objetivos, programas, estrategias y planes a seguir, que permiten controlar mejor el desarrollo futuro de la empresa.
RESUMIENDO
Le aporta a la empresa una guía clara porque le establece un posicionamiento específico, objetivos precisos, metas cuantificadas y programas de acción bien definidos

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