Me piden los amigos de Iniciador que participe en un
libro de creación colectiva para que podamos entre un
grupo de emprendedores ayudar con nuestros consejos y
facilitar el arranque de nuevas empresas.
Contaré aquí de uno de mis trucos preferidos para crear
empresas: utilizo una palanca que los americanos han ve‐
nido a denominar Networking.
La palabra contiene dos conceptos: red y trabajo y lo
que se debe perseguir haciendo networkinges trabajar en tejer una red tupida de relaciones profesionales que nos
permita acelerar los variados procesos que son necesarios
para crear una empresa, ponerla en marcha y hacerla crecer.
Mi primera reflexión después de 30 años de vida profe‐
sional es que en la cadena de valor de los negocios, las em‐
presas y los proyectos empresariales existe un elemento,
un recurso, que tiene un valor muy superior a cualquier
otro elemento decisivo para alcanzar el éxito y este activo
superior muchas veces se olvida, se da por supuesto y no
se valora con la importancia que merece.
Muchos ignorantes dirán que la idea es la clave, otros
pensarán que un buen proyecto con los recursos financie‐
ros adecuados y un plan de Negocio modélico tiene todo
lo necesario para triunfar, algunos sin embargo añadirán
que todo esto no sirve si no hay un mercado lo suficiente‐
mente grande y el proyecto cuenta con alguna ventaja es‐
tratégica en términos debarrera de entradapara los com‐
petidores. Todo esto es correcto pero yo creo que la clave
no está en esas cosas.
En mi humilde opinión el elemento
superior que hace las cosas muy distintas es siempre el
mismo: las personas.
Nada será ni parecido al valor inconmensurable que
aportan las personas y sobre este elemento estratégico
quiero apoyar mi consejo: debes coleccionar personas a lo
largo de tu vida, debes hacerlo como el entomólogo con
sus lepidópteros, igual que hace el coleccionista aficionado
a la filatelia con sus sellos, se trata de ser consciente desde
el primer momento que cuando menos te lo esperas cruza
ante ti una persona que puede ser clave para algo que
estás tramando.
En ocasiones te sucede hablando y sobre
todo escuchando a cualquiera con atención. Puede ser la persona que viene a tu casa y ayuda en las labores del
hogar, puede suceder escuchando a ciertas personas con‐
versando en el metro durante un trayecto que repites va‐
rias veces, en los ascensores, en la consulta del dentista,
en cualquier lugar.
Yo soy experto en detectar personas valiosas en los
eventos, en las comidas y cenas de empresa, en los mails
que recibo, en el fragor de las relaciones entre las empre‐
sas para hacer cosas juntos, siempre soy capaz de encon‐
trar minas de oro y anoto como un enfermo todo aquello
que me resulta especial.
La primera historia de networking que tengo marcada
en mi memoria de forma imborrable fue un trayecto de
autobús en el que acordé asociarme por primera vez en mi
vida a un emprendedor que estaba creando su primera
empresa.
Charlando 30 minutos pudimos ver claro tanto él como
yo que nuestra asociación era mutuamente beneficiosa. Él
necesitaba una persona para asumir la responsabilidad de
traer los ingresos a la empresa y yo era un vendedor entu‐
siasmado con el proyecto empresarial que me estaban
contando.
Después de este episodio me he pasado la vida
haciendo aquello que decía Steve Jobs sobre los puntos. A
lo largo de la vida los puntos se unen. Es así. Si vas colec‐
cionando personas y tienes un sistema de archivo que te
permita llamar a la persona que necesitas en cada mo‐
mento para proponerle algo, eres afortunado.
Mi recomendación es usar los sistemas que a cada uno
le resulten más fáciles para su forma de trabajar, pero mi
clave es usar tags, en el sentido de poder definir en pala‐
bras concretas el valor de las personas valiosas que vamos conociendo. Por ejemplo: vendedor, director comercial,
mago del marketing, trilingüe, CM, gurú del PHP, etc.
En la actualidad tengo los siguientes activos de Net‐
working:
1.928 contactos profesionales en LinkedIn que me
permiten alcanzar a 14 millones de personas por medio
de una presentación.
5.400 seguidores en Facebook en mi perfil personal.
6.408 siguiendo en Facebook a www.restaurantes.com.
3.146 siguen a la empresa en Twitter: @_restaurantes
1.035 me siguen a mí en Twitter: @yosoyzarko
3.535 Contactos profesionales ordenados en mi agenda.
Lo que siempre he tratado de hacer es etiquetarlos para
de ese modo poder utilizar su valor en el tiempo. En oca‐
siones necesito consejo sobre un tema concreto, otras
veces debo tirarle los tejosa una persona que va perfecta
para un puesto de trabajo que tengo definido en una em‐
presa, en la mayoría de las ocasiones lo que hago es una
cosa muy sencilla: responder una pregunta.
Si he conocido a esta persona, que tiene esta empresa
o este puesto en esta empresa y su compañía se dedica a
tal cosa, ¿cómo puedo yo conseguir crear una sinergia para
que la suma y la interacción de lo que ellos hacen con lo
que hacemos nosotros tenga por resultado más valor para
nuestros clientes y los suyos?
Parece una locura pero no lo es. El sistema te hace vivir
en ocasiones como un loco, siempre estás atento, como
RoboCop, te fijas en todo lo que dice todo el mundo, sigues procesando como una máquina pero la recompensa es
muy grande: Tienes en la cabeza y en tu ordenador un
largo listado de gente superior, personas que te pueden
ayudar a construir tus sueños y puedes ver perfiles dife‐
rentes: arquitectos que saben definir y construir los edifi‐
cios que albergan los sueños, que en las empresas son los
modelos de negocio, puedes ver a los artistas que son ca‐
paces de pintar unos cuadros muy atractivos que hacen
que los consumidores adoren esos productos o servicios,
conozco personas que son casi como guerreros de la venta,
Gurkasdel Nepal dispuestos al combate en un mercado
que hay que conquistar con los mejores marinesde la
venta que puedas encontrar.
Si escuchas, consigues anotar en tu cuaderno azul, en tu
Excel, en el Outlook o en la herramienta que uses los tags
claves para el futuro.
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