lunes, 15 de octubre de 2012

CREAR COMUNIDAD: LA CLAVE DEL ÉXITO DE LOS PROYECTOS RURALES

Las diferencias entre el medio rural y las ciudades son aun enormes en 2011. Aunque vivamos en la etapa de la globalización, de la era de internet, de los vuelos de bajo coste a cualquier parte del mundo, de los teléfonos móviles con video lla‐ mada, aunque las carreteras hayan llegado hasta los pue‐blos más pequeños de nuestra geografía nacional, aun hay diferencias importantes entre el mundo rural y el urbano, diferencias de posibilidades de desarrollo, de formación, de acceso a la cultura, de formación de empresas y de con‐ solidación de proyectos económicos y personales. 

Y es que lo rural sigue siendo para demasiadas personas que viven en las ciudades sinónimo de atrasado e inculto. El propio diccionario de la Real Academia de la Lengua tiene dos acepciones: 

  1. “Perteneciente o relativo a la vida del campo y a sus labores”. 
  2. “Inculto, tosco, apegado a cosas lugareñas”. 
Este concepto tan peyorativo, y propio de otra época, es una piedra en el camino, otra más, para los emprendedo‐ res rurales, para las personas con iniciativa comprometidas con el desarrollo de su tierra. Cambiar estos prejuicios no es fácil, es un trabajo de co‐ municación largo, constante y profesional que ya han em‐ prendido diversas asociaciones de desarrollo rural. Y es que la comunicación es una herramienta fundamentalpara que cualquier proyecto pueda tener éxito. 

Comunicar quién eres, qué haces, porqué lo haces y cómo lo haces tiene mu‐ chas ventajas. Si tú no comunicas todo esto otro lo hará por ti, pero seguro que no lo hace igual y la imagen que tendrán de tu proyecto será distinta de la que te interesa. Así que éste es el primero de los consejos que puedo darte: comunica, y hazlo en todas las direcciones y a todos los públicos a los que les pueda interesar tu proyecto, a cada uno con un mensaje adaptado a sus circunstancias y a través de las herramientas más idóneas. Pero hay otras cuestiones básicas que cualquier em‐ prendedor debe tener en cuenta: Saber lo que quiere y estar decidido a lograrlo, cues‐ te lo que cueste.  

Ir paso a paso, cumpliendo etapas hasta llegar a lo que siempre tuvimos en mente. No dejar de ver el objetivo final en el horizonte, aun‐ que en ocasiones no tengamos más remedio que dar un rodeo. Tener todos los sentidos abiertos para aprender, co‐ ger aquello que te encuentras por el camino y pueda ser útil para tu proyecto, colaborar y compartir con otros emprendedores experiencias y trabajos que os ayuden a lograr vuestros objetivos.  

No caer en el desaliento. Además de estos principios básicos, para cualquier em‐ prendedor rural es obligado conocer la Ley 45/2007 de Desarrollo Sostenible del Medio Rural que tiene la misión de fortalecer alianzas, divulgar experiencias y crear un es‐ cenario en el que todos los actores que trabajan por el de‐ sarrollo rural sosteniblepuedan llevar a cabo sus proyec‐ tos. Es obligado conocer las herramientas de financiación que crea esta ley y a los grupos de desarrollo ruralque pro‐ mueven y canalizan esas ayudas hacia las iniciativas priva‐ das en las distintas comarcas del país. 

Pero es que si tu proyecto se desarrolla en el medio rural, debe ser: Sostenible social, ambientaly, por supuesto, econó‐ micamente. En el medio rural se desarrollan actividades que son fundamentales para nuestra vida y estratégicas para el propio país: la agricultura, la ganadería, el sector forestal y la conservación de la naturaleza, la producción de agua y aire limpio, la protección de la biodiversidad… Alcanzar la sostenibilidad debe ser un objetivo obligado de cualquier proyecto, más aún si cabe si se desarrolla en el medio rural. Solo una nueva relación con el medio natural en el que vivimos será la que garantice el futuro del territorio y de todos los que lo habitan.

Debe ser útil a la sociedaden la que quieres desarro‐ llarlo. Aunque el objetivo final legítimo de cualquier empresa sea obtener un beneficio económico, en el medio rural el éxito de cualquier proyecto empresarial debe venir de la mano del beneficio social. En la me‐ dida en que la sociedad gane así ganará tu proyecto. 3. Debe formar parte de la sociedad. Se trata de crear un proyecto que revitalice el pueblo donde se desarro‐ lla, que ayude a fijar la población rural a sus lugares de nacimiento y que promueva una nueva forma de vida digna y con posibilidades de desarrollo. 

Aprovechar las ventajas de vivir en el medio rural: re‐ laciones sociales más directas, conocimiento del medio, el entorno natural, la forma y la calidad de vida, el valor de los productos… debe ser un proyecto adaptado a las circunstancias sociales, económicas e incluso tecnológi‐ cas del lugar donde se vaya a implantar. Ponerle corazón.Un proyecto en el medio rural no es solo personal, acaba siendo un proyecto de desarrollo para todos los demás. 

Tu proyecto debe ayudar a crear comunidad. Es ese medio natural, modelado y conservado por los habitantes rurales desde hace siglos, el que ha querido conservar la Unión Europea con la red Natura 2000, el es‐ pacio natural protegido que atraviesa toda Europa para conservar sus ecosistemas más frágiles y en peligro. No se trata de crear islas de conservación al margen de las per‐ sonas que viven allí, más bien al contrario, se trata de po‐ tenciar esa relación beneficiosa para ambos. 

Es una opor‐ tunidad de conservar lo más valioso de nuestro patrimonio natural y de permitir el desarrollo de las personas y pobla‐ ciones que viven allí. Queremos crear comunidad y formar parte de ella. 

Queremos ser el escaparate de las ideas, los esfuerzos y los logros de las personas comprometidas con el medio na‐ tural y con las gentes que lo habitan. Hay una vanguardia social y profesional que trabaja por un cambio mental y emocional en el mundo rural. En el corazón de ese cambio queremos estar siempre nosotros.

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